Amigos del presidente Putin dicen que ha estado necesitando un descanso desde hace un tiempo. La vida en la implacable rueda de hámster de las inyecciones de Botox y amenazando al mundo con la aniquilación nuclear ha empezado a deprimirlo.
Entonces, ¿quién puede culparlo por cargar la mochila y dirigirse al sudeste asiático? El Kremlin dice que su viaje esta semana a Corea del Norte y Vietnam es “para reunir apoyo para la creación de un mundo multipolar”.
Y también, ya sabes, para encontrarse a sí mismo. Sacudir las telarañas. Despejar la mente, ampliar la perspectiva. Disfrutar de una fiesta de luna llena, firmar algunos pactos de defensa mutua, tal vez ir a hacer tubing. Incluso podría publicar algunos mensajes desagradables en Instagram: “Acabo de intercambiar secretos cruciales sobre el lanzamiento de misiles nucleares por un”